Patricio Pedrosa
Hace muchos
años el estado de Texas se separó de Coahuila, declaró su independencia y se
convirtió en una república… Luego los gringos nos invadieron con el pretexto de
exigir una indemnización por los daños que les causó nuestra lucha por la
independencia.
Así fue como
inició una guerra entre México y Estados Unidos.
Debido a
esto, en León de los Aldama, el martes 20 de octubre de 1846 se creó “La junta
promotora de sostenimiento de la religión, independencia y libertad”, cuyos
principales miembros de la directiva eran el jefe político don Miguel de
Obregón, presidente; el cura don José Ignacio Aguado, vicepresidente; coronel
Victoriano Morelos Flores, primer secretario; don Agustín Oñate, segundo
secretario y don Pedro Barreto, tesorero.
El siguiente
fin de semana, el gobernador del estado de Guanajuato convocó a un mitin
general en la Plaza Principal con el fin de excitar el patriotismo de los
leoneses para que contribuyeran para los gastos de guerra. También se nombró
una comisión que hiciera extensiva la suscripción a todos los vecinos y otra
para inflamar el patriotismo de las señoritas leonesas.
Como
resultado, la junta promotora y sus comisiones recibieron la ayuda de más de
sesenta personas. Entre lo recibido se encontraba una casa con valor de $400
pesos, $512 pesos en cuotas de una sola aportación, $200 en medicinas para el
ejército, $72 mensuales mientras durara la guerra, el haber de un granadero y
el de un soldado durante la misma, dos soldados armados y vestidos, un equipo
completo para el general Valencia y otro para un soldado de caballería; un
vestido de soldado, 10 varas de brin (una especie de tela) y 12 lanzas.
Pero la sorpresa
de la jornada la dio el joven Patricio Pedrosa al ofrecerse como voluntario,
armado y montado, pagado de su propia bolsa, para ir a pelear contra el invasor
del norte.
Patricio era
hermano del licenciado Julio Pedrosa, ambos huérfanos, herederos de una
cuantiosa fortuna. El joven siempre había querido pertenecer al ejército, más
su hermano se lo prohibía aduciendo haber prometido a su madre, en el lecho de
muerte, encaminarlo a la carrera eclesiástica. Por si fuera poco el aún
adolescente estaba enamorado de una guapa dama llamada Betina Olmos, quien
desafortunadamente poco caso le profesaba debido a que era viuda, ocho años
mayor que él y no lo consideraba un hombre todavía.
Para
demostrarle a su amada que era un caballero armado de valor, merecedor de sus afectos,
fue que decidió tomar las armas y así se lo hizo saber en una extensa y
romántica carta.
El joven
héroe fue entrenado a las prisas en las artes de la guerra y pasó a formar
parte de la brigada comandada por el militar Ciriaco Vázquez.
El 18 de
abril de 1847 Patricio Pedrosa encontró la muerte en la batalla de Cerro Gordo,
a 35 kilómetros de la ciudad de Xalapa.
No se supo
si doña Betina derramó alguna lágrima o siquiera sufrió una leve arritmia
cuando le comunicaron la muerte del joven… aunque aquella carta la guardó por
muchos años y pasó de generación en generación hasta nuestros días. Hoy se
encuentra a salvo en la colección particular de una conocida familia leonesa.
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