Ángela Peralta
visita nuestra ciudad
Estrenada en 1802 y ubicada en la avenida de su nombre, hoy tercera cuadra de la calle Juárez, la Plaza de Gallos, a falta de un teatro, fue el lugar donde en nuestra ciudad se presentaban, además de peleas de gallos, recitales de ópera y obras escénicas.
En julio de 1866 –en plena intervención francesa- se presentó aquí por vez primera la excelsa diva Ángela Peralta, figura culminante de la lírica continental que honda huella dejó entre los leoneses.
En julio de 1866 –en plena intervención francesa- se presentó aquí por vez primera la excelsa diva Ángela Peralta, figura culminante de la lírica continental que honda huella dejó entre los leoneses.
Antigua Plaza de Gallos, ubicada en la tercera cuadra de Juárez.
Una tradición recogida por don Vicente González del Castillo narra que la diva se hospedó en "La Casa de las Diligencias", situada al lado oriente del actual Hotel Capri, y que emocionados algunos de los vecinos con la excelente actuación de la cantante, ellos mismos quitaron los caballos del carruaje y tiraron de él desde la Plaza de Gallos hasta la citada casa.
"Cuando la señora Peralta se deshacía en agradecimientos para todos, y le faltaban palabras para expresar su satisfacción por las demostraciones de cariño que recibía, un joven abogado de nombre Baudelio López, indignado por la desdeñosa sonrisilla con que los militares franceses contemplaban el entusiasta desbordamiento de los leoneses, en fuerza de codos se abrió camino y dirigiéndose a la homenajeada, soltó estos versos, mirando de reojo a los gabachos:
"Cuando la señora Peralta se deshacía en agradecimientos para todos, y le faltaban palabras para expresar su satisfacción por las demostraciones de cariño que recibía, un joven abogado de nombre Baudelio López, indignado por la desdeñosa sonrisilla con que los militares franceses contemplaban el entusiasta desbordamiento de los leoneses, en fuerza de codos se abrió camino y dirigiéndose a la homenajeada, soltó estos versos, mirando de reojo a los gabachos:
Ángela Peralta.
"¡Canta diva, que vibren tus gorjeos
En medio de estos poéticos ramajes,
Y haz ver a estos fatuos europeos
Que no somos una horda de salvajes!"
Entonces ella, la excelsa cantante, comprendiendo que el desplante del joven abogado podía provocar un conflicto, exclamo prontamente, y como si la cosa no tuviera importancia: "¡Con mucho gusto" Y cantó la preferida de sus romanzas, "Vorrei Morire", de Paolo Tosti.
Y cuando se prolongaron los aplausos, un oficial francés se acercó a la Peralta y le pregunto qué había dicho, señalando a López. A lo que ella respondió: "Solo me pidió que cantara esta romanza".
En medio de estos poéticos ramajes,
Y haz ver a estos fatuos europeos
Que no somos una horda de salvajes!"
Entonces ella, la excelsa cantante, comprendiendo que el desplante del joven abogado podía provocar un conflicto, exclamo prontamente, y como si la cosa no tuviera importancia: "¡Con mucho gusto" Y cantó la preferida de sus romanzas, "Vorrei Morire", de Paolo Tosti.
Y cuando se prolongaron los aplausos, un oficial francés se acercó a la Peralta y le pregunto qué había dicho, señalando a López. A lo que ella respondió: "Solo me pidió que cantara esta romanza".
A un lado del Hotel Capri (hoy es un estacionamiento) se encontraba "La Casa de las Diligencias", donde se hospedó la diva.
Sírvase preferir a nuestro
amable patrocinador: